Son acusados de formar parte de una célula del crimen organizado mexicano dedicada a la distribución de metanfetaminas en el sudeste asiático La situación del matrimonio González Villarreal no puede ser más dramática A la pobreza en que viven, rodeados de nietos y necesidades, se les suma ese conteo regresivo que tiene a tres de sus miembros al pie de la horca en Malasia, donde hace tres años fueron detenidos por su presunta participación en el trasiego de 250 kilogramos de metanfetaminas. "La última vez que hablé con ellos fue en enero, por teléfono.
Pero se oía muy mal, se cortaba, no se oía bien y pues uno no aguanta estarlos oyendo allá tan lejos y en ese peligro que se encuentran", dice doña Carmen Villarreal, madre de estos tres jóvenes. "¿Qué puede uno hacer desde acá si no es rezar, rezar mucho, y pedir que por piedad no me los maten"?, clama esta mujer de 70 años.
EL SOL DE MEXICO
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